viernes, 15 de mayo de 2009

Opinión: "Somos Culpables", por Rodrigo Peña


Se acabó lo que se daba, se terminaron las oportunidades para el pobre. Otra vez el frío enviste su frágil humanidad, otra vez la indiferencia de una sociedad que lo excluye y lo culpa de todo mal, lo acercan bruscamente al sufrimiento, y con ello también al rencor.

En menos de una semana pasamos de tener una termina media de 30 grados a sufrir una mínima 7º C; y para hoy estaba pronosticada una mínima de 3ºC.

Pero claro que usted y yo no la sentiremos, seguramente tenemos en nuestras casas, por más humildes que sintamos que sean, alguna que otra estufa a cuarzo o una salamandra para calentarnos, o en su defecto, una cobija calentita tejida por alguna abuela o comprada en el mercado de pulgas. En el peor de los casos, usted, ciudadano de clase media-baja, tendrá algún pulovercito que ponerse, o un licorcito por allí guardado para calentar el cuerpo. Pero esos son lujos que más de un tercio de la población de Concordia no se puede dar. Y si nosotros necesitamos de esas cosas para combatir unos cómodos 15 grados centígrados que hay dentro de nuestras casas; imaginémonos al menos, lo que debe se para aquellos que sienten dentro de su casilla el mismo frío que hay afuera y no pueden siquiera pensar en prender algún mechero para calentarse, porque esto pone seriamente en riesgo la precaria vivienda de tablitas de madera de pino y techo de cartón en la que viven...