Hace una semana publicamos la noticia de un joven de 19 años, Rubén Darío Acosta González, que había reconocido la autoría de un homicidio en la Zona Sur. Un muchacho, que apenas supera la mayoría de edad y que ya carga en su haber con la muerte de un adolescente de 17 años. A cambio de su confesión y como pena por el delito cometido, Rubén Darío será condenado a 11 años de prisión efectiva en una unidad penal. Hoy una noticia que pareciera salir del mismo molde, nos cuenta la historia de Iván Balbuena, otro muchacho de 19 años que se confiesa autor de la muerte de otro joven, en este caso de 23 años y acepta la misma pena. En términos estrictamente jurídicos podríamos hablar de un resultado satisfactorio, “se hizo justicia” pero a los fines sociales ¿Qué va a pasar ahora con el joven condenado de 19 años? ¿Se puede hacer algo con este chico, para que cuando salga de la cárcel a los 30 años no vuelva a empuñar un arma contra otra victima?
lunes, 13 de junio de 2011
martes, 7 de junio de 2011
7 de Junio día del periodista // Por Rodrigo Peña
Un día como hoy, pero de 1810 se ponía en circulación el primer periódico de las Provincias Unidas del Río de la Plata, La Gazeta de Buenos Ayres, una herramienta sumamente revolucionaria, que tenía por objeto informar al pueblo de las cuestiones que la Primera Junta de Gobierno decidía puertas adentro del cabildo. El decreto que autorizó su impresión, establecía que “el pueblo tiene derecho a saber la conducta de sus representantes” y el lema del periódico advertía … “Tiempos de rara felicidad, son, aquellos en los cuales se puede sentir lo que se desea y es lícito decirlo”
Y valla si tiene actualidad hoy, a 201 años de este primer ejemplar de la Gaceta de Buenos Ayres, la frase que engalanaba por entonces la cabecera del naciente periódico rebelde…
“Tiempos de rara felicidad, son, aquellos en los cuales se puede sentir lo que se desea y es lícito decirlo”…
Hoy –colegas periodistas- podemos y debemos más que nunca ejercer ese, nuestro derecho de sentir lo que deseamos, y decirlo con la total libertad, que –hay que reconocerlo- tal vez no exista puertas adentro de determinados grupos o empresas dueñas de los medios masivos de comunicación, pero que sí está garantizada por el Estado la libertad de expresarnos, y podemos hacernos oír por cientos de medios alternativos, e incluso crear uno propio. Pocos en el mundo, pueden arrogarse esa libertad.
Las redes sociales, los blogs y tantas otras alternativas han hecho que la libertad de expresión sea aún más profunda, más diversa, más variada –tal vez solo hacía falta imaginación- y en esto el lícito decir que periodistas somos todos.
Y valla si tiene actualidad hoy, a 201 años de este primer ejemplar de la Gaceta de Buenos Ayres, la frase que engalanaba por entonces la cabecera del naciente periódico rebelde…
“Tiempos de rara felicidad, son, aquellos en los cuales se puede sentir lo que se desea y es lícito decirlo”…
Hoy –colegas periodistas- podemos y debemos más que nunca ejercer ese, nuestro derecho de sentir lo que deseamos, y decirlo con la total libertad, que –hay que reconocerlo- tal vez no exista puertas adentro de determinados grupos o empresas dueñas de los medios masivos de comunicación, pero que sí está garantizada por el Estado la libertad de expresarnos, y podemos hacernos oír por cientos de medios alternativos, e incluso crear uno propio. Pocos en el mundo, pueden arrogarse esa libertad.
Las redes sociales, los blogs y tantas otras alternativas han hecho que la libertad de expresión sea aún más profunda, más diversa, más variada –tal vez solo hacía falta imaginación- y en esto el lícito decir que periodistas somos todos.
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