IZQ: Armanazqui/ DER: 1: Bistouri, 2: Ampolla de vidrio para vacunas (en ocasiones los enfermeros se cortan al romperlas por lo que deben ser tratadas, al igual que jeringas y el bistouri) |
En diálogo con DIARIOJUNIO, el edil del bloque oficialista Alberto Armanazqui, reconoció que “el abasto era una caos” y que por esa razón algunos ediles pidieron una reunión en los días posteriores al fallecimiento del menor Maximiliano Aldana, quien murió el pasado 25 de septiembre precisamente luego de sufrir severas quemaduras por la inflamación de un tachó que contenía un producto químico hasta el momento no identificado, en el campo del abasto. Maxi tenía 16 años y ayudaba a su padre, quien también sufrió quemaduras pero logró sobrevivir, a recolectar elementos de metal para vender como chatarra. Según el edil, de esa reunión los concejales se volvieron con el compromiso del Secretario de Gobierno Juan Domingo Orabona y de los secretarios; de Servicios Públicos Luis Benedetto y de Medio Ambiente Mario Imaz, de materializar medidas concretas para la adecuación a la ley y las ordenanzas de ese espacio publico. “Estamos hablando de delimitar los sectores que establecen las normas con algún tipo de cercos o tejido, de mejorar la seguridad aumentando la cantidad de personal en el lugar, y por supuesto de intensificar el control sobre qué es lo que se tira ahí, en que condiciones y en que sector se lo hace” enumeró Armanazqui. La descripción del edil, coincide con lo que pudo apreciar DIARIOJUNIO, en una recorrida por el predio, donde se encuentran residuos hospitalarios a pasos de donde comen los animales los desechos de la industria citrícola. En cuanto a la causa penal, desde la Justicia se señaló que “no sería de extrañar que surjan imputaciones por el delito de incumplimiento de los deberes de funcionario publico” a partir la investigación surgida por la muerte de Aldana. A 21 días de la muerte del muchacho, el fiscal que investiga la causa, Darío Mauttone, señaló que aún se están esperando los informes de Bomberos Zapadores, y la pericia del laboratorio de la Policía de Entre Ríos, sobre las muestras del polvo químico que ocasionó la extraña deflagración, a partir del solo movimiento del tambor metálico que lo contenía, para tratar de determinar su procedencia.