domingo, 7 de abril de 2013

Una vieja terca

(EL PIROPO DE PEPE MUJICA Y SU TRADUCCION A LA POLITICA ARGENTINA)

El ídolo pobre de los ricos argentinos dedicó un piropo machista a la presidente CFK. Su terquedad le permitió sortear las peores presiones sin apartarse de un rumbo que el electorado plebiscitó hace un año y medio y que volverá a ponerse en juego este año. Alta tasa de empleo y baja tasa de desocupación, con un mercado interno robusto por el que la desaceleración no se tradujo en recesión.

jueves, 4 de abril de 2013

Tarea para hacer en familia: Malvinas ¿Porqué está triste la Argentina?


A veces ocurre que no vemos algunos aspectos, no nos detenemos a pensar acerca de un tema determinado hasta que algo inesperado, un disparador, nos lleva a una reflexión. Esta mañana, recibí un e-mail de mi hija de 8 años, que vive en Córdoba, para que hagamos juntos una tarea de la escuela, vía correo electrónico. El tema era “Malvinas”. Y la idea consistía en expresar un pensamiento a partir de un dibujito y una pregunta. ¿Por qué está triste la Argentina? Cuestionaba el cuaderno de tareas al dorso de la página en que Antonella había pegado el recorte de fotocopia que ilustra esta nota. ¿Cómo ponerlo en términos que entienda una nena de 8 años? La pregunta misma me supone una contradicción. ¿Estamos tristes por Malvinas o por la guerra? ¿Qué es lo que nos entristece de esa guerra? ¿Haber perdido, haber sufrido, haberla abalado? ¿O el trato que le dimos después a los héroes-victimas? El resultado es una mezcla de opinión y tarea de escuela, que al final no es ninguna de las dos cosas: Hubo que ir haciendo muchas pequeñas aclaraciones, y seguramente quedarán cosas en el tintero. No obstante, el disparador me llevó a abordar una particularidad sobre la cuestión Malvinas, en la que otrora no había reparado, y me pareció oportuno compartirlo con los demás. Espero que siga disparando reflexiones.

lunes, 1 de abril de 2013

¿Qué me perdí?: Por Eduardo Aliverti


Hace un par de domingos, Horacio Verbitsky escribió aquí que “de tanto en tanto, la sociedad argentina es atacada por raptos de euforia en los que un tema central reclama la unanimidad de las voluntades y la exclusión de los disidentes, como si su mera existencia ofendiera la exaltada sensibilidad colectiva. Ese poder hipnótico parece capaz de abolir diferencias, historias personales e intereses sociales. El que no salta es un inglés o un holandés, o un cuerpo extraño a la Nación y enemigo del pueblo”...