Sus padres viven en Corrientes y su abuela no quiere hacerse cargo de su tutela
Por Rodrigo Peña
La detención de dos pre-adolescentes ocurrida ayer por la mañana en el barrio Nébel, y de la que DIARIOJUNIO dio cuenta, tiene un claro trasfondo social y cultural, profundo, que tiene mucho que ver con política, derechos humanos, seguridad, y memoria. Uno de los chicos, al que se conoce como Romerito, tiene 16 años y un complejo contexto familiar, que determina medularmente su situación actual, ya que ahí confluyen la incitación al delito y la presunta sensación de impunidad por una asistencia legal preestablecida. Hoy se debate en tribunales si será internado en un instituto de menores en Victoria, mientras que su compañerito, de solo 14, no tiene siquiera ese contexto. Su estructura familiar es casi nula y vive en situación de calle. Al igual que con el caso de “A” la niña de 12 años que se prostituía en la calle, la razón por la que estos chicos transgreden las normas sociales, es la mera subsistencia y el abandono o ausencia de una tutela responsable. Estos chicos, caminan entre nosotros, duermen en la calle, y van por la vida procurando saciar sus necesidades básicas, de la forma que pueden. Pero no somos capaces de verlos, hasta que se vuelven protagonistas de una crónica policial.