Esta joven muerte, despierta impotencia, e incertidumbre en gran parte de la sociedad. En lo que va de este 2008, tres hombres mayores y una pequeña niña se quitaron la vida en Concordia. En el 2007 la cifra superó ampliamente estos valores, llegando a 18 casos en nuestra ciudad y 191 en la provincia.
¿Qué es lo que está ocurriendo?, ¿podemos seguir señalando con el dedo a las familias de estas personas y creer simplemente que se trata de casos aislados?, los números son demasiado fríos, pero no son otra cosa que la representación grafica de lo que le está ocurriendo a la sociedad, es de vital importancia que comencemos a comprender que ya no se trata de casos extraordinarios, ni de una cuestión personal.
Día a día generamos y percibimos, factores que pueden llevar a una persona a ese triste final, día tras día, sin saberlo, nos cruzamos y dialogamos con personas que alguna vez pensaron en quitarse la vida.
Los hechos siguen ocurriendo, más que nunca en nuestra comunidad, y la prensa habla de de una “hola”, una “tendencia”.
Tal vez, debamos comenzar a mirar hacia adentro, en nuestro ámbito, nuestro hogar, nuestros círculos sociales, por que ya no son hechos aislados, detrás de cada persona que intenta quitarse la vida, hay un conjunto de actitudes, comentarios y prejuicios, y sobretodo, hay una necesidad de ser escuchado, de ser comprendido o de ser incluido.
Pero además es necesaria la puesta en marcha de nuevas políticas de estado, así como también la elaboración de nuevas leyes que ayuden a l abolición de esta problemática, un plan integral de educación que añada este tema, así como el de la violencia familiar y el de la el abuso de autoridad y el abuso sexual, porque, si estas cosas no se aprenden en el hogar deben aprenderce en otro lado.
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