domingo, 12 de febrero de 2012

Carta abierta a los ciudadanos Ingleses (por Rodrigo Peña)

Soy Argentino, tengo 25 años y les escribo desde la mas autentica y sincera fraternidad y voluntad pacifica.

Los argentinos no queremos guerra, de hecho, desde hace 30 años hemos dejado de invertir en armamento; nuestro ejercito no tiene otra función que la de custodiar las urnas cada cuatro años cuando hay elecciones y desfilar en los actos públicos.

En Argentina no hay fabricaciones militares, y tampoco tenemos servicio militar obligatorio. La guerra de Malvinas, nos enseñó además lo absurdo de la guerra. En un par de décadas, murieron mas soldados fuera del campo de batalla, que los que perdieron su vida en las islas del Atlántico Sur. La mayor parte de esos soldados se suicidó, por no poder soportar el dolor, la pérdida de amigos queridos, y los recuerdos imborrables del horror.

Nuestro pueblo no necesita ninguna confrontación militar, y no es la voluntad del pueblo ni la de nuestro gobierno; de hecho desde hace al menos unos 9 años, la argentina ya no es solo Argentina. Hemos comenzado un proceso de hermandad con todos los pueblos de Suramérica, y estamos convencidos de que ese es el único camino hacia una sociedad justa e igualitaria.

Nuestra economía es creciente, y no necesitamos ninguna salida de emergencia, porque venimos creciendo de forma pareja. Pero si así no lo fuera, la guerra nunca sería para nosotros una alternativa, porque además de estar en contra de ella, perderíamos mucho dinero, ya que deberíamos comprarles armas a los países que casualmente hoy atraviesan una crisis.

Los cinco mayores exportadores de armas del mundo son: Estados Unidos, Rusia, Francia, Alemania y Gran Bretaña, esta ultima figura además entre los primeros 15 del ranking de compradores después de China.

Exceptuando al gigante oriental, los demás países, y en particular los europeos, NECESITAN UNA GUERRA.

Inglaterra necesita una guerra más que las propias islas, esa es una realidad, cada vez que su economía se debilita, el bloque OTAN se inventa un nuevo enemigo, y en esta oportunidad, en medio de una fuerte crisis económica y política que arrasa en toda Europa, Gran Bretaña nos ha escogido como enemigo bélico, a pesar de nuestra clara intención de dialogo.