lunes, 15 de noviembre de 2010
Carta abierta a Jorge Lanata
Por Hugo Presman
Hace varios días que he estado dando vueltas con la intención de escribirte. Lo hago sin otra autoridad que el haberte abierto mi casa para que entraras en forma de voz ( la radio, con programas como Hora 25, Lanata AM), la imagen ( televisión, Día D, Después De Todo), la prensa escrita (Página 12, Crítica, Revista XXI, XXII, XXIII), libros (Cortinas de Humo, La guerra de las Piedras, Polaroids, Historia de Teller, Argentinos, ADN, Hora 25, Muertos de amor) y varios documentales que realizaste. En una oportunidad fui al programa de radio que hacías en la Rock and Pop, para ver cómo trabajabas. Soy un oyente radial veterano, de más de sesenta años, y recién hace 12 pude darme el gusto de conducir y coconducir programas de radio. Fui periodista siempre, aunque no ejercía profesionalmente ocupado en la militancia universitaria y política, en la docencia universitaria y en las actividades inherentes al contador público.
“El Club de París accedió a la posición argentina de negociar sin el FMI”
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner confirmó que el Club de Paris aceptó la propuesta argentina de renegociar la deuda, sin la intervención del FMI, lo que permitirá salir del default en 2011. "No habrá ni comisiones, ni bancos, ni asesores", agregó.
La presidenta Cristina Fernandez de Kirchner anunció esta noche en cadena nacional, en un mensaje grabado desde su despacho en la Casa de Gobierno, que el Club de Paris aceptó la propuesta argentina de renegociar la deuda, sin la intervención del Fondo Monetario Internacional (FMI).
jueves, 11 de noviembre de 2010
Oposición mínima (El ocaso de la política “anti”)
La muerte de Néstor Kirchner desinfló al Grupo A. Caída en las encuestas, internas salvajes, ausencia de proyectos y el apriete de los medios hegemónicos.
Si para el oficialismo la muerte de Néstor Kirchner significó una pérdida irremediable, en el caso de la oposición el vacío que dejó el ex presidente amenaza con transformase en un verdadero agujero negro, que acabe por licuar la capacidad de disputar poder de quienes en 2011 aspiran a suceder a Cristina Fernández. Es que Kirchner no sólo era el líder de su fuerza, sino que también, por la inversa, era quien “lideraba” las acciones de la oposición, quien determinaba su estrategia, el blanco móvil con que los anti-K habían construido parte medular de su discurso, identidad y ambiciones.
Rechazan juicio político contra la jueza de causa Noble
El organismo desestimó un pedido de juicio político contra la jueza Sandra Arroyo Salgado, quien lleva adelante la investigación por la filiación de los hijos adoptivos de la directora del Grupo Clarín, Ernestina Herrera de Noble.Fuente; Tiempo Argentino
El Consejo de la Magistratura desestimó un pedido de juicio político contra la jueza Sandra Arroyo Salgado, quien lleva adelante la investigación por la filiación de los hijos adoptivos de la directora del Grupo Clarín, Ernestina Herrera de Noble, hecho por los abogados de Marcela y Felipe Noble Herrera.
El pedido de enjuiciamiento y destitución por "mal desempeño" había sido realizado por los abogados Alejandro Carrió y Roxana Piña, que la denunciaron por haber ordenado el pasado 28 de mayo una requisa de ropa interior para extraer material biológico y realizar los estudios de ADN que probarían si son o no hijos de desaparecidos durante la última dictadura.
El Consejo de la Magistratura desestimó un pedido de juicio político contra la jueza Sandra Arroyo Salgado, quien lleva adelante la investigación por la filiación de los hijos adoptivos de la directora del Grupo Clarín, Ernestina Herrera de Noble, hecho por los abogados de Marcela y Felipe Noble Herrera.
El pedido de enjuiciamiento y destitución por "mal desempeño" había sido realizado por los abogados Alejandro Carrió y Roxana Piña, que la denunciaron por haber ordenado el pasado 28 de mayo una requisa de ropa interior para extraer material biológico y realizar los estudios de ADN que probarían si son o no hijos de desaparecidos durante la última dictadura.
Anibal Fernández: "La oposición es una vergüenza"
El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, afirmó que la oposición "trata de decirle al gobierno cómo tiene que gobernar y eso no va a suceder nunca". "Si nos obligan, vamos a terminar prorrogando el presupuesto del 2010", desafió. Fuente Pagina/12
LOLAMENTO

En un escueto comunicado, el ex piloto anunció su alejamiento por diferencias en la “coyuntura política”. Solá y Das Neves, con puntos de coincidencia con el santafesino, por ahora seguirían con los disidentes.
Carlos Reutemann dio el primer portazo al peronismo disidente. El senador santafesino, por medio de un escueto comunicado, anunció ayer su renuncia a la mesa coordinadora de ese espacio, que compartía con Adolfo Rodríguez Saá, Ramón Puerta y Juan Carlos Romero aunque, por ahora, seguirá reportando en la Cámara alta al interbloque Federal, que encabeza el puntano. El ex piloto alegó diferencias con sus compañeros “en cuanto a la coyuntura política”, aunque tanto desde el Gobierno como desde el peronismo opositor coincidían con que el alejamiento está relacionado con las negociaciones para unificar al PJ en Santa Fe y así disputarle la gobernación al Frente Cívico, formado por radicales y socialistas. Eterno precandidato a presidente favorito del establishment desde hace una década, Reutemann ya había anunciado el año pasado que no buscaría llegar a la Casa Rosada en 2011, algo que sus partidarios intentaban revertir: ayer, el santafesino pareció ponerle otro candado a esa puerta. En cambio, abrió otra por la que podrían fugar más dirigentes de la órbita de los disidentes.
La anomalía kirchnerista

1 La actualidad argentina tiene la marca de lo excepcional y, claro, de lo no previsible. Como un viento huracanado que se lleva todo por delante, algo de lo no esperado se abrió paso en mayo de 2003 y cristalizó alrededor de la figura, anómala y desconocida para la mayor parte de la sociedad, de un hombre alto y desgarbado, gracioso e informal, extrañamente memorioso de lo que muchos ya querían archivar y olvidar, venido del sur patagónico. Decir que somos contemporáneos de una anomalía no supone, como algunos creen, desconocer las fuerzas, muchas veces ocultas o subterráneas, de la historia ni caer en una suerte de providencialismo. Significa algo más sencillo pero no por eso menos enigmático: reconocer los momentos de ruptura o de inflexión que desplazan las fuerzas inerciales y dominantes en esa historia que aparecía como repetitiva e inexpugnable, para asumir que algo distinto, quizás imprevisto y no escrito en ninguna causalidad ni en ninguna garantía histórica, se hace presente y hace saltar los goznes de esas continuidades asfixiantes que, la mayoría de las veces, suelen ser la expresión de un discurso del fin de la historia y de la muerte de las ideologías que, claro, terminan por afirmar el modelo de la dominación proyectándolo hacia una eternidad inexorable. publicado en Pagina/12 el 12/11/2010
lunes, 8 de noviembre de 2010
Bergoglio declaró por la desaparición de dos sacerdotes
El arzobispo de Buenos Aires declaró ante la Justicia por el secuestro de dos sacerdotes que trabajaban en el Bajo Flores. Luis Zamora, abogado querellante, explicó: "Nos mintió, no tengo ninguna duda. Cuando alguien es reticente está mintiendo".
El arzobispo de Buenos Aires y cardenal primado de la Argentina, Jorge Bergoglio, declaró ante la Justicia por el secuestro de dos sacerdotes que trabajaban en el Bajo Flores, a quienes previamente habría dejado sin protección institucional.
El abogado querellante en la causa, Luis Zamora, afirmó: "Nos mintió, no tengo ninguna duda. Cuando alguien es reticente está mintiendo, está ocultando parte de la verdad. No pudo justificar las razones por las cuales esos dos sacerdotes habían quedado en el desamparo. No pudo explicar el conflicto que se había formado con esos dos sacerdotes", en declaraciones a CN23.
Además, Zamora señaló que Bergoglio "en 34 años no se acercó nunca a un tribunal a decir lo que sabía".
El jefe de la Iglesia católica declaró en su despacho de la Catedral metropolitana hasta donde se desplazaron los funcionarios a cargo de la audiencia.
Bergoglio expuso su testimonio en una audiencia, sin público, amparado en el artículo 250 del Código Procesal penal de la Nación que establece que los altos dignatarios (entre los que se encuentra incluido) "no estarán obligados a comparecer" ante un Tribunal, en este caso, el Oral número 5.
El nombre del cardenal fue mencionado por la testigo María Elena Funes, una catequista que trabajó con los sacerdotes tercermundistas Orlando Dorio y Francisco Yanis, quienes fueron secuestrados, cuando el actual prelado se desempeñaba como Principal de la Compañía de Jesús. Fuente www.elargentino.com.ar
El arzobispo de Buenos Aires y cardenal primado de la Argentina, Jorge Bergoglio, declaró ante la Justicia por el secuestro de dos sacerdotes que trabajaban en el Bajo Flores, a quienes previamente habría dejado sin protección institucional.
El abogado querellante en la causa, Luis Zamora, afirmó: "Nos mintió, no tengo ninguna duda. Cuando alguien es reticente está mintiendo, está ocultando parte de la verdad. No pudo justificar las razones por las cuales esos dos sacerdotes habían quedado en el desamparo. No pudo explicar el conflicto que se había formado con esos dos sacerdotes", en declaraciones a CN23.
Además, Zamora señaló que Bergoglio "en 34 años no se acercó nunca a un tribunal a decir lo que sabía".
El jefe de la Iglesia católica declaró en su despacho de la Catedral metropolitana hasta donde se desplazaron los funcionarios a cargo de la audiencia.
Bergoglio expuso su testimonio en una audiencia, sin público, amparado en el artículo 250 del Código Procesal penal de la Nación que establece que los altos dignatarios (entre los que se encuentra incluido) "no estarán obligados a comparecer" ante un Tribunal, en este caso, el Oral número 5.
El nombre del cardenal fue mencionado por la testigo María Elena Funes, una catequista que trabajó con los sacerdotes tercermundistas Orlando Dorio y Francisco Yanis, quienes fueron secuestrados, cuando el actual prelado se desempeñaba como Principal de la Compañía de Jesús. Fuente www.elargentino.com.ar
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Derechos Humanos,
Judiciales,
Policiales
Murió el represor Emilio Eduardo Massera
El ex almirante, uno de los mas cruentos asesinos de la dictadura militar y miembro de la junta que realizó el último golpe de Estado en 1976 falleció esta tarde a causa de Accidente Cerebro Vascular hemorrágico en el Hospital Naval de la ciudad de Buenos Aires. Fuente: Tiempo Argentino
El ex almirante y miembro de la junta militar que realizó el último golpe de Estado, Emilio Eduardo Massera, murió esta tarde a causa de Accidente Cerebro Vascular (ACV) hemorrágico en el Hospital Naval de la ciudad de Buenos Aires.
Entre 1976 y 1978 formó parte, junto con Jorge Rafael Videla y Orlando Ramón Agosti, de la junta militar que depuso a la presidenta María Estela Martínez de Perón y gobernó de facto la Argentina durante el autodenominado Proceso de Reorganización Nacional, confirmó Télam.
El 22 de abril de 1985 fue juzgado por violaciones a los derechos humanos, asesinato, tortura y privación ilegal de la libertad, y condenado a prisión perpetua y pérdida del grado militar por los siguientes delitos: 3 homicidios, 12 tormentos, 69 privaciones ilegales de libertad, y 7 robos.
Sin embargo, el 29 de diciembre de 1990 fue indultado por el entonces presidente Carlos Saúl Menem, y recuperó la libertad hasta 1998, cuando fue nuevamente puesto en prisión preventiva por causas relativas al secuestro y denegación de identidad a menores durante su gobierno.
En 2001 el juez federal Gabriel Cavallo declaro anticonstitucionales las leyes de Punto Final y Obediencia Debida, que habían paralizado los juicios contra militares de rango inferior al de coronel durante los 15 años anteriores.
Massera, ex jefe de la Armada, fue uno de los símbolos de la represión durante la última dictadura. En 2005, la Justicia había declarado incapaz a Massera por demencia y ordenó que se suspendieran las causas en su contra, después de que los médicos corroboraran las secuelas del aneurisma cerebrovascular que sufrió en 2002.
El ex almirante y miembro de la junta militar que realizó el último golpe de Estado, Emilio Eduardo Massera, murió esta tarde a causa de Accidente Cerebro Vascular (ACV) hemorrágico en el Hospital Naval de la ciudad de Buenos Aires.
Entre 1976 y 1978 formó parte, junto con Jorge Rafael Videla y Orlando Ramón Agosti, de la junta militar que depuso a la presidenta María Estela Martínez de Perón y gobernó de facto la Argentina durante el autodenominado Proceso de Reorganización Nacional, confirmó Télam.
El 22 de abril de 1985 fue juzgado por violaciones a los derechos humanos, asesinato, tortura y privación ilegal de la libertad, y condenado a prisión perpetua y pérdida del grado militar por los siguientes delitos: 3 homicidios, 12 tormentos, 69 privaciones ilegales de libertad, y 7 robos.
Sin embargo, el 29 de diciembre de 1990 fue indultado por el entonces presidente Carlos Saúl Menem, y recuperó la libertad hasta 1998, cuando fue nuevamente puesto en prisión preventiva por causas relativas al secuestro y denegación de identidad a menores durante su gobierno.
En 2001 el juez federal Gabriel Cavallo declaro anticonstitucionales las leyes de Punto Final y Obediencia Debida, que habían paralizado los juicios contra militares de rango inferior al de coronel durante los 15 años anteriores.
Massera, ex jefe de la Armada, fue uno de los símbolos de la represión durante la última dictadura. En 2005, la Justicia había declarado incapaz a Massera por demencia y ordenó que se suspendieran las causas en su contra, después de que los médicos corroboraran las secuelas del aneurisma cerebrovascular que sufrió en 2002.
sábado, 6 de noviembre de 2010
Generación K: ¿Quiénes son los protagonistas de un hecho político histórico?
Se adueñaron de la Plaza de Mayo para despedir al ex presidente y acompañar a Cristina. Sueños, exigencias y propuestas de los jóvenes que volvieron a creer en la política.
Por Leandro Filozof (25años) y Tali Goldman (22 años) Revista Veintitres
Durante años fue la frase cliché por excelencia, que se propagó como un virus hasta disfrazarse de verdad incuestionable: “La juventud está perdida”. Había razones para el prejuicio. El silencio fue su voz y la apatía, su bandera.
Pero el miércoles 27 de octubre, tras la muerte de Néstor Kirchner, una multitud de jóvenes copó la Plaza de Mayo. De a poco fueron llegando. Espontáneos, autoconvocados. Militantes de una causa que les sacudió el cinismo, les devolvió la voz y levantó una nueva bandera: la de la Generación K.
Por Leandro Filozof (25años) y Tali Goldman (22 años) Revista Veintitres
Durante años fue la frase cliché por excelencia, que se propagó como un virus hasta disfrazarse de verdad incuestionable: “La juventud está perdida”. Había razones para el prejuicio. El silencio fue su voz y la apatía, su bandera.
Pero el miércoles 27 de octubre, tras la muerte de Néstor Kirchner, una multitud de jóvenes copó la Plaza de Mayo. De a poco fueron llegando. Espontáneos, autoconvocados. Militantes de una causa que les sacudió el cinismo, les devolvió la voz y levantó una nueva bandera: la de la Generación K.
jueves, 4 de noviembre de 2010
Bergoglio declarará el lunes por la causa ESMA
El cardenal declarará el lunes en el juicio por los crímenes de lesa humanidad cometidos en la ESMA, donde se lo interrogará por la desaparición de dos sacerdotes jesuitas llevados a ese centro clandestino de detención durante la dictadura. Una catequista que estuvo desaparecida en la Escuela de Mecánica de la Armada, declaro que los curas jesuitas Orlando Dorio y Francisco Jalic fueron secuestrados por la dictadura luego de que Bergoglio, entonces superior de la orden en la región les quitó la protección.
La audiencia se realizará a las 11 de la mañana y no será pública, ya que el tribunal y las partes concurrirán para escuchar el relato del arzobispo de Buenos Aires en la Curia metropolitana.
Fuente: Diarioregistrado.com
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El legado de Néstor Kirchner
Por Ernesto Laclau *
Hay que situarse mentalmente en el umbral de aquel año para advertir todo lo que ha cambiado. El 2003 no está tan lejano en el tiempo y, sin embargo, lo que lo precediera parece pertenecer claramente a otra época. El país venía de una serie de experiencias traumáticas: la dictadura militar, con la que, en razón de una serie de leyes y amnistías, la ruptura había sido tan sólo parcial; el neoliberalismo menemista que, a través de sus privatizaciones y desregulaciones, había puesto a la Argentina al borde de la bancarrota; el fracaso estrepitoso del gobierno de la Alianza, que condujo a los estallidos de 2001. Había un cinismo y un desencanto generalizados respecto de la política, que encontraría su expresión en el notorio lema “que se vayan todos”.
Ya las movilizaciones sociales subsiguientes a la crisis –las fábricas recuperadas, la extensión del movimiento piquetero y otros fenómenos concomitantes– estaban preanunciando que el ciclo del neoliberalismo estaba llegando a su conclusión. Pero lo que muy pocos esperaban era que esas movilizaciones fueran a encontrar eco y simpatía al nivel del Estado nacional. Fue contra todas las expectativas que ocurrió el 2003. Al principio, el nuevo tipo de discurso fue recibido con un considerable grado de escepticismo. Se trataba, en la apreciación de muchos, de mera retórica, tras la cual habrían de ocultarse las habituales componendas de trastienda. Pero pronto hubo que rendirse a la evidencia: el nuevo gobierno estaba comprometido con un programa total de reestructuración de la sociedad argentina a sus distintos niveles. Programa que no podía dejar de suscitar la adhesión popular, a la vez que herir intereses creados que se habían consolidado a lo largo de decenios. En poco tiempo pudimos verificar el apoyo brindado por el Gobierno a las organizaciones populares; la decisión de operar, a través de los juicios a los represores, el desmantelamiento de la ESMA y otras medidas similares, la ruptura más radical con el pasado dictatorial que haya tenido lugar en el continente latinoamericano; la reorientación nacional de la economía, en el proceso que va desde la ruptura de facto con el FMI hasta el reforzamiento del Mercosur y el rechazo del plan del ALCA de Bush en la reunión de Mar del Plata de 2005; la democratización de la Corte Suprema y de la cúpula militar, etc. Como es sabido, toda esta corriente profunda de cambio fue continuada y radicalizada a través de una serie de medidas legislativas durante el gobierno de la presidenta Cristina Fernández, que ha representado uno de los esfuerzos más ambiciosos y sistemáticos en nuestro continente por reestructurar al Estado y redefinir sus relaciones con la sociedad civil. Todo esto se ha hecho en el marco de una integración cada vez mayor de la Argentina al espectro de los nuevos gobiernos progresistas de América latina. El país está menos solo que nunca en el pasado.
A medida que los días vayan pasando, el país comprenderá crecientemente las verdaderas dimensiones de la tragedia que representa para los argentinos la súbita desaparición de Néstor Kirchner. Con él hemos perdido al estadista de mayor envergadura que nuestro país haya producido en los últimos cincuenta años. A él estará siempre ligada la transformación profunda del Estado que la Argentina experimentara a partir de 2003.

Ya las movilizaciones sociales subsiguientes a la crisis –las fábricas recuperadas, la extensión del movimiento piquetero y otros fenómenos concomitantes– estaban preanunciando que el ciclo del neoliberalismo estaba llegando a su conclusión. Pero lo que muy pocos esperaban era que esas movilizaciones fueran a encontrar eco y simpatía al nivel del Estado nacional. Fue contra todas las expectativas que ocurrió el 2003. Al principio, el nuevo tipo de discurso fue recibido con un considerable grado de escepticismo. Se trataba, en la apreciación de muchos, de mera retórica, tras la cual habrían de ocultarse las habituales componendas de trastienda. Pero pronto hubo que rendirse a la evidencia: el nuevo gobierno estaba comprometido con un programa total de reestructuración de la sociedad argentina a sus distintos niveles. Programa que no podía dejar de suscitar la adhesión popular, a la vez que herir intereses creados que se habían consolidado a lo largo de decenios. En poco tiempo pudimos verificar el apoyo brindado por el Gobierno a las organizaciones populares; la decisión de operar, a través de los juicios a los represores, el desmantelamiento de la ESMA y otras medidas similares, la ruptura más radical con el pasado dictatorial que haya tenido lugar en el continente latinoamericano; la reorientación nacional de la economía, en el proceso que va desde la ruptura de facto con el FMI hasta el reforzamiento del Mercosur y el rechazo del plan del ALCA de Bush en la reunión de Mar del Plata de 2005; la democratización de la Corte Suprema y de la cúpula militar, etc. Como es sabido, toda esta corriente profunda de cambio fue continuada y radicalizada a través de una serie de medidas legislativas durante el gobierno de la presidenta Cristina Fernández, que ha representado uno de los esfuerzos más ambiciosos y sistemáticos en nuestro continente por reestructurar al Estado y redefinir sus relaciones con la sociedad civil. Todo esto se ha hecho en el marco de una integración cada vez mayor de la Argentina al espectro de los nuevos gobiernos progresistas de América latina. El país está menos solo que nunca en el pasado.
lunes, 1 de noviembre de 2010
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