La influencia de los medios en el prejuicio colectivo, y la inseguridad real
En la provincia de Entre Ríos solo el 10% de los delitos son cometidos por menores de edad, sin embargo para la sociedad, son el sector más impune, y al que más le temen. En Concordia continúan perpetrándose asaltos a mano armada y a cara descubierta cometidos por mayores de edad en locales comerciales, estaciones de servicio y a peatones, mientras la gente sigue preocupada por los menores, y por la seguridad de sus domicilios. ¿Estarán viendo otra película? ¡A no!, están leyendo diarios de otra provincia.
En los últimos meses los hechos delictivos en Concordia han hecho una especie de postgrado de la violencia, según se estima desde las fuerzas policiales, inspirándose en los maestros del hampa que operan en la gran metrópoli nacional, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. De un día para el otro, los simples arrebatadores de carteras que operaban en la ciudad motorizados, comenzaron a incluir en su modus operandi el uso de armas de fuego, con las que previamente amenazan a sus victimas. Lo mismo ocurrió con los robos a comercios, y en vez de esperar a la noche para entrar por los techos, ahora los cacos entran a plena mañana y a punta de pistola se hacen del botín y desaparecen raudamente e incluso hubo en los primeros meses de esta hola, dos delincuentes que fueron detenidos y se comprobó que eran armas de juguete. Pero ¿que efecto tienen estos hecho en la victima? ¿Cómo influyen en la sociedad que se entera por la prensa o el boca a boca? Y sobretodo ¿Cuáles son los problemas cuando la información refleja algo distinto de lo que pasa en nuestra comunidad?
El trauma de la víctima
El estado en el que una persona que fue victima un robo u asalto, permanece días después del hecho, es lo que literalmente podría llamarse, “sensación de inseguridad”, en su expresión más realista; una persona que tras haber sufrido el quiebre de su seguridad personal o de su familia, no logra reponer ese estado de confianza, el hecho quebrantó la idea de seguridad de la persona. En cuanto a este tema, diario El Sol consultó al Licenciado en Psicología Mario Sarli, titular del Centro de Fortalecimiento Social, quien refirió que “todo tipo de atropello de violencia sobre una persona genera un efecto traumático, si a esto se le suma la utilización de un arma de fuego produce un impacto de mucho mayor daño y cuando una persona es saqueada, asaltada o robada, invadida en la intimidad de su casa, produce un efecto que por unos meses persiste el temor, la dificultad de dormir o el sobresalto constante”
La sensación generada
Pero cuando esta sensación de inseguridad no es resultado de un hecho concreto o de una vivencia del que el sujeto fue victima, sino de hechos ocurridos incluso en ciudades distantes de la comunidad en la que el individuo se desarrolla, se puede entender que se trata de una sensación generada o manipulada, ¿Cuál es el inconveniente que genera este tipo de sensaciones?
Al respecto el Psicólogo aclaró que “el ciudadano de hoy tiene la realidad cotidiana en la que vive, donde más allá de que existen hechos de esta índole, los hay en mucho menos cuantía de lo que la gente cree; porque todos los días estamos recibiendo en los medios de la capital una sobredosis de información donde la inseguridad golpea y taladra en nuestra mente hasta que se instala, y se muestra como general una temática que es propia de la capital o de una ciudad en especial” dijo el profesional, señalando que “desde luego que son hechos verdaderos, hay que decirlo, pero ocurren lejos de aquí, y además de ello, se repite constantemente en la televisión, y en todos los canales, haciéndonos creer que cuando salgamos a la puerta nos va a pasar lo mismo, sin tomar dimensión de las distancias y las diferencias de una sociedad con otra”.
Para dar un ejemplo concreto, el profesional recordó que “en Entre Ríos la cifra de menores que delinquen es muy ínfima, es menos del 10%, aquí casi no tenemos ese problema, sin embargo la gente común, con la que uno dialogas, tiene especial temor por los adolescentes”. Atento a ello, Sarli, opinó que “la inseguridad existe y es real, y ocurre en menor medida en nuestra ciudad, pero tampoco hay que salir con cascos y con palos para defendernos”
De lo que hay que cuidarse, la “inseguridad real”
Como ya se ha dicho, los menores no son el mayor problema en cuanto delitos, y tampoco lo son los robos a viviendas ni los secuestros Express. Lo que si se viene notando y con aumento en los últimos meses, son los asaltos a locales comerciales, repartidores, y a peatones, y la gran mayoría, perpetrados por parejas de motochorros, con armas de fuego. También se sabe, que estas bandas aprovechan la oportunidad cuando no hay clientes en los locales o muy pocos, y que trabajan de a dos, uno entra y el otro lo espera en la moto.
Como prevenirse
Conociendo estas características, el ciudadano que se desplaza a pie por la ciudad o los barrios, puede tomar determinadas precauciones, como la de evitar ir hablando por teléfono celular por la vía pública, o con aparatos de sonido como MP3 o un Ipod, porque esto los hace presa fácil de motochorros.
También es importante tomar la precaución de llevar el bolso o cartera siempre del lado de la pared y no del lado de la calle, y no cruzarse las tiras al hombro opuesto, porque podría ser arrastrado por los motochorros que intenten arrebatárselo. Caminar en dirección opuesta al sentido de circulación de la calle, es una buena manera de evitar ser sorprendido de atrás. Y fundamentalmente si es víctima o ve un hecho de este tipo, comuníquese con la policía al 101.
El ahorcadito: Cuando Internet hace apología
Otro dato preocupante que no podía escapar a la consulta con el profesional, es el de la seguidilla de intentos de suicidio, ocurridos en la provincia de Salta, que tras una investigación destapó una práctica hasta entonces desconocida por muchos. Chicos y chicas en edad escolar, aparecieron ahorcados con pañuelos azules y luego se supo del “juego del horcadito” una práctica de extremo riesgo que los chicos realizaban y se filmaban, para subir las imágenes a Internet. Algo que los pone al borde de la muerte, y que puede generar serias secuelas por la falta de oxigeno que se experimenta el cerebro.
Consultado respecto a este tema, y el riesgo que conlleva, su publicación en Internet con acceso libre en una página muy popular, Sarli señaló que “son juegos extremos que no están difundidos, y muy pocas personas lo practican. Me causa mucha sorpresa que ahora esté teniendo acogida por chicos de tan corta edad, y yo creo que los chicos en su búsqueda permanente de relieve, de resonancia, de tener una lugar en el mundo; muchas veces orillan las situaciones de peligro y este tipo de cosas se expande de tal forma porque tienen la gran facilidad de que los chicos lo que hacen lo muestran y ya no lo muestran en su circulo más íntimo de amigos, sino que lo suben a Internet por ejemplo en You Tube y lo comparten con todo el mundo”.
No obstante el profesional opinó que “no lo tomaría como hecho de relevancia a nivel social en lo local, pero son practicas aisladas que implican comportamientos que si continúan en esa persona, requerirán un tratamiento psicológico”. De todas maneras, dado el significado apológico que exhiben los videos, se recomienda bloquear o restringir ese tipo de contenidos en su computadora personal si hay menores en casa.
Nota de Rodrigo Peña publicada en la edicion del 20 de Junio de 2010 de Diario El SoL
Fuente de la Imagen: http://santiagocaruso.blogspot.com
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